domingo, 16 de agosto de 2009

[Veni Vidi Vici] ¿En verdad?



Pocas veces son las que volteo y reconozco lo que veo. Las que no tengo miedo que la vida me devore viva. Más son los momentos que me estoy tropezando y voy directa a una pared de concreto. Y entonces veo las huellas en el polvo que voy dejando y pienso, en lo que veo ahora cuando me veo en un espejo. ¿Acaso me reconozco?
Un buen día de mi juventud me paré en medio de todos. Me hice camino entre todos, a patadas, arañazos, manotazos, golpes, puñetazos, y a gritos. Pero aun así, no llene ese vacío cuando me veía en el espejo. Rechacé vivir una vida de cliché. Voy remando contra la corriente, contra la corriente voy y aunque mis brazos se cansen; seguiré. Yo sé que es cansado, por eso muchos deciden llevarse con la corriente. Pero aunque yo tenga que poner mi bote en automático, y simplemente que no me importe chocar con los demás. Yo seguiré.
Y tal vez no me llene esa acción, pero es lo más cercano a ello. Es lo más cercano a sentir que no me estoy alejando tanto de mis metas. Y si, es reconfortante saber que no sigo a los cerdos sin cerebro, que no sigo sus idolatrías a lo banal y estúpido.
Si tuviera una mente más joven, borraría el cielo. Borraría las arrugas que se le han hecho, por tantas preocupaciones. Alimentaría las nubes de un néctar de vida y pureza. Me sentiría reconfortad al ver cielo, vería pureza. Podría sentir un poco de resguardo en ellas, y tal vez volar hacia ellas. Alejarme de todo el bullicio. Sofocarme en mis propios pensamientos y aspiraciones. Crecer en los largos brazos del sol, liberarme de las garras del mar. Muchos han sido los años, por si no lo sabía, que yo he vivido en el mar. En el mar lleno de angustias y cuerpos flotantes. El sabor de la sangre en sus aguas… es repugnante. Es la sangre de todas esas personas que intentaron remar y remar, pero nunca lograron llegar. Remaron hasta el punto de desangrarse y hundirse, junto con todos esos animales porcinos. Quiero dejar de oler y vivir en esa esencia de sangre. Quiero respirar magnitud y poder. Es un pensamiento un tanto ambicioso, lo sé. Pero si no soñamos, ¿Qué nos queda?
Tal vez me he desviado mucho, o nada. Probablemente no esté hablando de nada. De absolutamente nada, ese es el problema. Estoy hablando de pensamientos, y uno que otro sentimiento. Pero no estoy hablando de acciones en sí…
¿Qué tanto te gustaría convertir todo esto en acciones?

2 comentarios:

Alejandra Ortiz dijo...

Hola Caro. Te he leído un poco, me ha gustado ver lo que sientes, piensa, sue{as y como lo expresas. Es valioso que lo digas, lo articules y dejes que otros te imaginen o te inventen.
Creo que no muchos se atreven a preguntar y verse así como somos, de pronto duele y es incómodo, pero esas preguntas, inquietudes e incomodidades nos llevan a buscar lo trascendente. Espero realmente que tu caminar no esté peleado con el del Eterno, él también sigue hablando y respondiendo a cuestiones y aspiraciones como las tuyas, como las mias. Te dejo un abrazo.
Ale

Alejandra Ortiz dijo...
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