sábado, 31 de octubre de 2009

Recordar [Re-cordis]


Nuevas fantasías y nuevos logros para nuestras almas desnudas. Eres como todos, pero siempre con ademanes tan ricos y sutiles. Y nos recostamos en el borde de la mesa, nos contemplamos, nos contamos los lunares. “Aquí estoy”, me dices. “Yo también” te susurro. Y lo estamos. Siempre lo estuvimos. Nos quisimos alejar, las personas nos separaron y después de tanto correr en direcciones opuestas, aquí estamos otra vez. Y nos acostamos en el mismo sillón, en el mismo loveseat. Y me envuelves con tus manos, con tu cordura y tus dulces manchas en los dedos. Me aprietas y me dices, “No te irás otra vez”. “No lo haré” dije. Porque después de tantas vueltas y tantas caras, no nos dimos el tiempo. Charlábamos, reíamos, corríamos, tomábamos, fumábamos y no nos disfrutábamos. Nos comíamos a miradas pero nunca nos atrevimos. Y bien sabes cuánto ambos lo deseábamos. Y con la misma luz tenue, con la misma canción cursi de los Beatles. Me dijiste “Hace cuánto tiempo…”, si hace mucho tiempo de la misma escena, de las mismas cursilerías y burdos intentos de romance. Te di todo, te liberé de tus males, te entregué mis manos vírgenes y saboreaste la inocencia entre tus dientes. Me dejaste estupefacta y estéril en ese mismo frívolo y rosado loveseat. Hipnotizada con tu varonil forma de caminar. Babeando y deseándote cada vez más. Y ahora que qué me sueñas y me piensas. Y no haces más que destajarte en vela por las noches, pensando “Lo haré, lo haré mañana la amaré otra vez.” Volveré a ti, te poseeré cómo un demonio iracundo. Saciaré mis penas y desgracias hasta dejarte jadeando. Escupiré en tu ID, para lamer las exquisitas delicias de la satisfacción. Y al verte inmóvil en ése mismo y manchado loveseat, estupefacto y poseyendo lo que yo dejé ahí en el pasado. Por fin caminaré hacía el otro lado, me arrastraré hasta la puerta de caoba y abriré todos los cerrojos que echaste para que nadie entrara. Bajaré las escaleras, encenderé mi sucio y ruidoso Oldsmobile, y los Beatles limpiarán mi alma. Y aunque sin piernas vaya, ni ojos, ni cabello, ni manos, seguiré. Y aunque tu llanto atropelle mis piernas en el camino, y mis manos, cuerpo y ropa, no miraré el retrovisor.

1 comentario:

D.F.A. dijo...

Algo así fué...

"Te extrañe tanto"

"Yo tambien"

Lloré.

"No quiero volver a separame de ti, NUNCA"

"Daniela, jamas nos van a volver a separar, ya estamos juntos y asi nos vamos a quedar..."